Otra fuente importante es Clive Phillpot, director y creador de la biblioteca del Museo de Arte Moderna de Nueva York (y de otras importantes instituciones), quien ya en 1982, en una nota llamada Books, Book-Objets, Bookwords Artist ” ( Artforum , Mayo, 1982), sostenía que la tendencia del momento (y actual, diríamos) era nombrar las artes emergentes de acuerdo al canal o soporte utilizado. Así, el video-art , las instalaciones, el land art , el arte correo, la performance , el body art , libros de artistas, etc. También es el creador del diagrama (que acompaña esta nota, en donde grafica las relaciones entre los diversos sub-géneros de esta categoría artística. De las áreas interrelacionadas van desprendiéndose las diversas formas: libros-objetos (arte y artistas), libro a secas (libros y artistas), book-works (arte y libros) y libros de artistas (libro, arte y artistas).
Ese mismo año, en Diciembre, en la propia tapa de Art Documentation , Phillpot nos da su propia definición de cada área:
“ Libro : colección de hojas en blanco y/o que incluyen imágenes, usualmente unidas juntas por uno de sus bordes y conjuntadas a las otras para formar una única sucesión de hojas uniforme.
Libro de arte : libro en donde el tema es el arte o el artista.
Libro de artista : libro en donde el autor es un artista.
Arte del libro : arte que asume la forma del libro.
Libro-obra : ( bookworks ) obra de arte que depende de la estructura de un libro.
Libro-objeto : objeto de arte que alude a la forma de un libro.”
Por último, para completar su concepción, transcribiremos un fragmento revelador tomado de una nota suya aparecida en Art Libraries Journal :
“El término libro de artista ha sido usado desde 1970 para denotar librillos de bajo precio producidos por artistas en tirajes ilimitados , pero pueden legítimamente abarcar una variedad de artefactos; la palabra bookwork , acuñada en 1975, conlleva consigo el significado más específico de una obra de arte en forma de libro. Twentysix Gasolina Stations de Ed Ruscha, publicado en 1963, fue el un bookwork pionero; fue seguido por más bookworks del mismo autor a través de los 10 años siguientes; entretanto, las producciones innovadoras de Ruscha, fueron precedidas por un número de experimentos con el formato libro por Bruno Munari, Ake Hodell y otros durante los años 50 e inicio de los 60.
Bookworks florecieron en los 70 como un medio de producir verdaderas obras de arte disponibles para una amplia audiencia pero, en los 80, ese ideal fue gradualmente sobrepasado por una creciente tendencia en el sentido de hacer bookworks como preciosos y carísimos libros coleccionables, en ediciones limitadas en tanto que los anteriores, antes baratos, pasaron a ser vendidos con precios inflados en el mercado de libros usados.”
Clive Phillpot
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